Hoteles en Palermo próximos a Quattro Canti

Situación, servicio parking, desayuno, habitaciones renovadas,... Internet no funcionaba demasiado bien y el sistema por pantalla TV era muy incómodo.

el palazzo restaurado es impresionante. ubicacion inmejorable pocas facilidades para comidas a horas no standard. adaptado solo parcialmente para gente discapacitada

Lo mejor es su ubicación y el parking gratuito, ya que aparcar o circular por el centro de Palermo es muy complicado. Aunque por la entrada parece que va a estar completamente destartalado, cuando entras compruebas que está totalmente reformado. Dificil de encontrar en coche. Desayuno muy pobre.

La amabilidad del recepcionista de noche y lo reformado que está, porque, después de ver los alrededores, te esperas algo sórdido. Habitación y baño muy pequeños. Por la ventana de la habitación (cerrada) entraba el agua de la lluvia y todo el ruido exterior. No tiene ascensor.

El hotel es nuevo por dentro y, para su precio, las habitaciones estaban bien. No faltaban detalles como un buen espejo de cuerpo entero, armario, sillas, etc. La cisterna hacía ruido un tiempo después de llenarse, pero como lo sabíamos pues intentábamos no usarla demasiado por la noche. La cama comodísima. Hemos dormido de cine. La situación es muy buena si quieres ver la parte antigua de la ciudad, está al lado de Quatro Canti, Pzza. Pretoria, etc. No hay que dejarse impresionar por la entrada a la calle dei Celsi. También es buena para gente joven que quiera salir de marcha por la zona de Candelai, Calle Venezia, etc. Si quieres centro pero algo más de glamour, mejor por la zona de Politeama, pero no están lejos una de otra, 10 min a pie El desayuno. Se compone de zumo, café y un croasan que a la fuerza tiene que ser dulce: o relleno de ricota (se te levantas temprano y puedes elegir), o bien relleno de mermelada, o de otro tipo de azúcar muy dulce. ¡Y a mí no me gusta el dulce!. La limpieza diaria se limita a hacer la cama y vaciar la papelera (pero de entrada la habitación estaba limpia).

La céntrica ubicación. El café del desayuno. La llegada al hotel asusta por el aspecto de su patio de entrada, totalmente abandonado e invadido por los gatos. No hay ascensor para acceder a los dormitorios. Desde las cuatro de la mañana, los gritos de las gaviotas o los pavos o lo que fuesen esos animales estentóreos que vivían cerca del hotel, no nos permitieron descansar. El desayuno era un poco limitado (sin fruta o pan, sólo dulces).

Nada. No se como empezar.El personal del hotel , dos bellezas italianas y creemos que sus padres,insoportables, no se puedes ser mas antipático.La ubicacion del hotel insuperable, cualquier callejón mugriento del bronx de los años 80 era mejor,claro estamos en Palermo,ciudad que da para escribir un libro.La entrada del hotel en obras,la fachada del hotel estaria prohibida en cualquier ciudad española o europea,bueno a lo mejor en Albania o Rumania no.Salir de la puerta del hotel y encontrarte una especie de calle llena de basura,con 12 gatos merodeando la puerta,contados,pues no da mucha alegria que digamos,coches abandonados a 20 metros de la puerta,y un sinfin de callejones mugrientos hasta llegar a la primera calle un poco decente.